¡La Mejor Elección para Asados y Parrillas!

El carbón de marabú es un producto sostenible conocido como «gourmet», fabricado de forma artesanal a partir de madera de Marabú, que va ganando fama en el mercado exterior por el buen sabor que aporta cuando se cocina con él y además por evitar la deforestación que tradicionalmente conlleva este tipo de cosechas respetuosas con el medio ambiente.

Artesanal, sostenible y ecológico

¿Cómo se elabora el carbón de Marabú?

Se elabora mediante el método de las parvas (se apila la madera sobre el suelo y se cubre con paja y tierra sin dejar un orificio por el cual se escape la brasa que arde del centro al exterior), ya que la planta Marabú es un arbusto invasivo, que produce una leña muy dura, dando como resultado final este admirable y preciado carbón. Esta antigua práctica se transmite de generación en generación.

Dicho método productivo hace un carbón totalmente ecológico, limpio y provechoso, siendo el propio agricultor, por su experticia escoger el arbusto por su envejecimiento y necesidad de deforestación, aunque el tiempo no es lo que define su poda sino controlar la invasión de este arbusto de madera dura.

¿En que se utiliza el carbón vegetal de marabú?

Se puede utilizar para cocinar de cualquier forma, a la brasas o a la parrilla, incluso se pueden hornear pizzas con este carbón vegetal, gracias a su alto poder calorífico y energético, siendo un carbón con mucho carácter.

Igualmente es muy empleado para grandes consumidores profesionales, como son asadores o restaurantes, a partir de su composición y peso. En encuestas realizadas a consumidores, los mismos exponen que nuestro carbón dura más tiempo por encima de la temperatura de asado, lo que implica un menor consumo de carbón y un menor esfuerzo de reemplazo, lo cual es muy importante para clientes profesionales de hostelería.

Características excepcionales

Por su parte al emplearse la planta de Marabú, este está descrito que posee excelentes cualidades caloríficas, no produce chispas y es de larga duración respecto a otros tipos de carbones realizados con maderas blandas y semiduras. Su granulometría no es menor de 30 mm ni mayor de 200 mm. Dispone de un color uniforme y tacto seco, teniendo un sonido metálico. Además no hace casi nada de humo y está libre de cisco y carbonilla.

Además puede mantenerse por encima de 180°C durante casi cuatro horas, y es conocido por la nula presencia de chispas durante su combustión. Y como consecuencia de la estructura de esta madera y su alto contenido en carbono fijo, el contenido en volátiles es muy bajo.

Ideales para brasas a cielo abierto, apostando por barbacoas que encienden rápido, no chispean, tienen alto poder calorífico, aportan buen sabor y tienen una durabilidad y rendimiento óptimo.